sábado, 8 de marzo de 2014

Paseando por mi vida - Pere Ll. Mataró


Mis pasos infinitos
han andado mil senderos
dejando huellas que perduran
en el olvido imborrable
aguardando otras pisadas
que acompañen su paseo.

La búsqueda incansable
de utopías disfrazadas
de realidad, va mellando las piedras del camino,
convirtiéndolas en polvo
que alborotará el viento,
para tapar algún que otro fracaso.

La impotencia acicalada
con un grito de amargura,
se columpia en los recuerdos
para arrancar alguna que otra lagrima.

El alma reposando en soledad
las cicatrices de otras vidas,
intentando fingir el olvido
con una mueca entumecida.

Bajo un cielo sin luna,
carente de estrellas,
con la tibieza de un abrazo
agazapado en el último rincón del pensamiento,
donde empieza a imaginarse el infierno.

En el bolsillo un reloj parado,
anclado en algún momento pasado,
como haciéndose el remolón
esperando un beso,
robando al tiempo edades pasadas.

En los ojos el reflejo
de las ilusiones, de los sueños conquistados,
en los puños apretados,
todos los motivos de no haber pedido disculpas.

En la boca,
el sabor de haber bebido la paz de tu tibieza,
el fluido saciante que ha dejado
sin sitio al miedo,
desplazando el desorden del alma inquieta.

Y en el corazón,
la ternura del deseo,
de la añoranza de tu aliento,
del tímido suspiro suplicante
de que vuelvas a abrazarme.

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