sábado, 22 de marzo de 2014

Esa mujer de negro - Pere Ll. Mataró


Hace varias noches una mujer se sienta al borde de mi cama.

De oscuro viste, concretamente de negro profundo,
sus manos tienen aspecto de ser muy frías, como si en ellas se refugiara el frío de todos los tiempos.

Me pregunto si puede ser la muerte.

Procuro hablarle de cosas banales, divertidas,
mientras reposa en el borde de la cama, con pose de haber encontrado algo que buscaba.

Esta pasando el frío invierno, los días de sol
se empiezan a confundir con días de primavera,
mientras cada vez más mi mirada se acostumbra
a ver en la penumbra, siento como ya no reboso vida como antes, es como si la hubiera gastado y apenas quedara.

Siento el cansancio de todos los hombres,
el llanto de todos los niños,
siento el peso del silencio.

Por eso me pregunto si esa mujer de negro,
oscuramente inmóvil podría ser la muerte.

Nos miramos.

Miro para otro lado, esquivando su mirada rígida, disimulando.

Dentro del pecho siento el hielo de todos los inviernos.

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