lunes, 25 de mayo de 2020

Daisy Gray - Wicked Game

Noches de bohemia - Pere Ll. Mataró

Otra noche sin conciliar el sueño,
otra noche sin sueños de un aspirante a poeta de rostro agrietado, alma de niño y mente trasnochada.

Otra noche en blanco como el blanco de la hoja a punto de ser violada por la pluma que sujeta mi indecisa mano,
mientras se deshace el hielo del vaso
que poco a poco va mermando de malta…

… La madurez me ha enganchado a los gustos caros

Recuerdos que brotan del fondo de mis retinas, donde revolotean recuerdos húmedos propios de vivencias de madrugada, donde uno desbordaba pasión y desenfreno.

Tiempos devorados por el tiempo,
donde los lugares se hacen borrosos
pero los rostros son reencontrados para arrancarme una sonrisa,
o algo más…

…Estoy teniendo una erección
por las caricias fantasmales ancladas en mi piel
encontradas entre sabanas de noches de neón.

Los recuerdos a veces reconfortan, o no,
me siento como Mickey Rourke saboreando a Kim Basinger en “Nine ½ Weeks”,
estoy tremendamente excitado, como Benjamin Braddock (Dustin Hoffman)
tras la propuesta sexual de la señora Robinson (Anne Bancroft) en El Graduado…

…Joder, las 4 de la mañana y aún sin sueño,
además de excitado, y con media botella de whisky en el cuerpo,
eufórico por el rock & roll que resuena en mi cabeza
al tener los auriculares incrustados en mis orejas.

Al final, tarde o temprano caeré rendido,
y se lo que me luego me espera:
resaca y dolor de testículos,
resaca porque caerá la botella entera,
y dolor de testículos por no haber consumado,
mi pareja yace plácidamente dormida y cualquiera
la despierta ahora para proponerle un remake de las 50 sombras de Grey,
ni susurrándole al oído el “Love me like you do”…

…Se levanta de aquí un rato para ir al trabajo…

…¡Buenos días cariño!,
no podía dormir con este calor,
ahora me acostaré, que tengas un buen día…

…Las 5 y media de la mañana y la botella vacía,
toca acostarse y dejar de hacer el indio,
que ya tengo una edad y estoy tentando al diablo
y yo aún con esta erección,
Charles Bukowski, cada día te entiendo más…

¡Puta vida!, como me duele la cabeza… Y los huevos…

domingo, 24 de mayo de 2020

Rob Zombie - Dead City Radio & The New Gods Of Supertown

Distopía - Pere Ll. Mataró




















Y la gente desapareció de las calles, 
se fue a su escondite,
en un principio no sabían exactamente por qué.

Pasó el invierno, lo hizo en silencio y creció la hierba
sin ser pisada, apuntando al cielo.

Los mares se purgaron,
escupiendo la vergüenza plastificada del hombre,
y el cielo se empezó a vez más azul.

Fue todo extraño,
lo más parecido a un milagro,
y seguía sin verse al hombre para empañarlo.

Sonidos olvidados surgieron de nuevo,
la naturaleza recuperaba su espacio
alentada por la ausencia del ruido del hombre.

La vegetación rompió el asfalto
y lo cubrió con su manto verde, intentando ocultar
la imposición del hombre sobre la tierra.

Todo volvía a recuperar el equilibrio perdido,
La fauna en peligro de extinción
dejo de estar en peligro al recuperar su habitad
ausente del hombre que la puso en peligro.

La maldición de la tierra dejó de gobernar
y permaneció en el subsuelo, agazapada en su madriguera,
mientras su esperanza creció con hambre de vivir como antes.

Y cuando reinaba la paz y la calma en la tierra,
alguien al que llamaron héroe,
salido de su redil oscuro, harto de alimentarse de las alimañas
del subsuelo, con la curiosidad que caracteriza a la especie humana,
y con el afán de conquista egoísta que siempre ha estado presente
en el hombre, y la maldición de la tierra empezó de nuevo a gobernar,
retomando la estupidez ya casi olvidada de los que un día casi
acabaron con la madre tierra.

Y el hombre, sin haber aprendido la lección, volvió a demostrar
lo estúpido y egoísta que puede llegar a ser…