domingo, 2 de febrero de 2014

Recuerdo humedo - Pere Ll. Mataró

Todo empezó de repente,
desde la primera mirada cómplice
de un silencio deseoso por gritar.

El primer abrazo fue estrepitoso,
como estar atrapado en una espiral de mariposas
que echaban a volar tras u metamorfosis.

El deseo fue incontenible, desbocado...

Cuando atrapé sus pechos desde atrás,
arqueo su espalda y apretó sus tersas posaderas contra mi febril miembro que luchaba por salirse del pantalón.

Mordí su cuello arrancándole su primer gemido,
mientras una de mis manos aún agarraba sus pechos la otra, más atrevida,
buscaba entre la entrepierna la calidez de su fuente de deseo.

Su vulva palpitaba como si tuviera vida propia,
mientras abría sus pétalos invitándome a descubrir sus misterios.

Bebí de la fuente del placer,
mezcla de elixir de vida y pasión,
vaciando una y otra vez mi fluido de vida,
llegándome a licuar el alma.

Su aroma quedo prendida a mi piel,
sus gemidos en el pensamiento,
su sabor eternamente en mi boca.





Su vitalidad me contagio
con un remolino escarlata,
quedando prendado de su vientre de nácar,
de su boca golosa, de su mirada insinuosa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario