Cuantos inconscientes derrapan en su osadía de ampliar su horizonte en lugar de frenar en seco... La vorágine de la velocidad nos abduce a estados de inconsciencia en los cuales corremos riesgos altamente peligrosos, si no controlamos la situación caemos en pesadillas que nos pueden acarrear serios problemas el resto de nuestra vida.
Vivamos al limite con precaución, sí no seria imposible delimitar nuestra adrenalina, aunque ¿quién establece los límites del juego? ¿Quién pone normas en la partida?
En ocasiones tengo la sensación de vivir rodeada de pingüinos o quizás soy yo la que vive en un iglú
Carece de importancia lo que no entendemos....
pues me he leído un par de estos razonamientos que hay por aquí, y me han gustado los dos, esto del concurso 20blogs es una auténtica orgía de ideas. dejo URL de mi blog por si quieren devolverme la visita, es http://alejandrovargassanchez.blogspot.com saludos
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