martes, 26 de noviembre de 2013

El desolado - Domingo López

Madrugó,
se aseó en la palangana,
hizo un poco de café,...
salió mordiendo un pedazo
duro de pan
y en la plaza se sentó
junto a otros viejos
que también venían
a coger un poco de sol
y a soltar un rato
-como si fueran perros-
sus soledades.

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