esa historia tan nuestra
que salio de adentro,
escrita con nuestras almas,
escondida en miradas y esquinas oscuras,
bajo sospechas y neones deslumbrantes.
La gente nos dio la espalda,
nos tacho de proscritos,
quizás por envidia de empezar un viaje juntos,
compartiendo el mismo aire,
las mismas sabanas,
el mismo tiempo.
Nos encontramos
sabiendo que ya nos conocíamos,
nos reconocimos con el abrazo
y nos convencimos con el beso.
Nos atrevimos a saltar al vacío,
a pesar de ser conscientes de que
ambos eramos piedras difíciles de moler,
la pasión pudo más que la razón,
y juntos compartimos la locura de amar...
Cuanto te quise,
cuanto te quiero.
No me arrepiento de lo dejado atrás,
y me alegro tanto del camino andado
junto a tus pasos,
a pesar de las piedras y los baches del camino,
que no han sido pocos.
¿Recuerdas que nadie daba un céntimo por lo nuestro?
Nadie creyó en nuestro sueño,
en lo que construimos,
nadie vio el calor de los besos,
la sinceridad de nuestros abrazos,
la complicidad de nuestras miradas,
solo nosotros hicimos nuestra historia.
Ellos se quedaron con la critica en los labios,
nosotros con lo nuestro,
con nuestra historia.
Ellos se quedaron con la critica en los labios,
nosotros con lo nuestro,
con nuestra historia.
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