sábado, 21 de junio de 2014

El día se derrama – Pere Ll. Mataró

El día se derrama
entre sombras nacidas
del movimiento de tu aleteo,
de tu cuerpo inquieto,
deseoso de vida.

Atrás queda la noche devorada;
la luz atrapada en tu mirada
y en el reflejo de tus cabellos
revueltos como mar embravecido,
siempre en movimiento
como mecidos por la brisa.

Una garganta seca por el grito,
el sollozo disperso por la habitación,
el tacto perdido bajo la almohada,
mientras el vientre ondea
como suaves olas de mar
que se enciende
al tocar la oportuna aurora.

Tobillos de cristal,
muslos abrazados por susurros;
un pecho desafiante
se alza arrasando espumas,
clamando tiernas batallas.

Unas manos solas,
ausentes de caricias,
palabras perdidas como arena
caída sobre arena…

El mar se escapa entre mis dedos,
se me escapa la vida junto a recuerdos,
mientras mis labios secos
por tantas palabras vertidas,
guardan los dientes que algún día mordieron
a la propia vida.

La plenitud de los colores de la luz
son absorbidos por ojos hambrientos,
que desnudan cuerpos
vibrantes por la magia del instante,
el encanto misterioso
de la cima de los besos
acunados por nubes blancas
en un cielo quieto, estático.

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