sintiendo la tristeza del murmullo que albergan,
sintiendo la angustia de los que antes sufrieron.
Piensas las miserias de quien murió en silencio,
mientras se secan tus lagrimas sentada en un banco bajo el sol.
Las palomas se acercan como si quisieran besar tus pies,
y sigues ajena al momento, ahogándote en el pensamiento que te mata.
No quieres nada que te ate a esta tierra, ni a este tiempo,
anhelas una libertad que sabes en el fondo que no te llegará.
Deseas que tu preocupación se disipe,
mientras absorbes la tristeza del mundo.
En tu descuido veo caer tu sonrisa,
deslizándose por tu cara, y es entonces cuando siento el eco
de lo que guardan las piedras y que te hace llorar,
mientras me pierdo en pensamientos ajenos a los tuyos,
mucho más cercanos de los que te hacen derramar la lagrima
principio de nuestra despedida.
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