sábado, 10 de enero de 2015

Reencuentro - Pere Ll. Mataró

Deje de pensarte, sin darme cuenta, hasta que mi memoria quedo en blanco y durante vidas fui condenado a soñarte,
inventándote cada noche para perderte una y otra vez al despertar con el alba.

Huérfano de tu abrazo,
el cálido abrazo que me arropaba en los días de invierno,
convirtiéndolos en primavera,
te eché de menos sin saber que fuimos, sin poder recordar lo que ya no estaba escrito.

Tuve de vivir muchas vidas
para encontrarte de nuevo en mi camino,
reconocí en tu mirada el hogar olvidado
devolviendo la eternidad perdida en un instante
donde tu suspiro contenido libero al mío.

Llenaste todo lo vacío como un remolino
rompiendo costumbres, conformismos,
comodidades y falsas libertades,
arrancaste mi alma para sacudirla
de todos los vicios adquiridos durante tanto tiempo,
la aireaste con brisa fresca
y me la devolviste repleta de libertad.

Me recordaste quienes fuimos
y me enseñaste a volver a ser lo que éramos.

Me llenaste de esperanzas
pintándome otro horizonte,
y aquí estás
arrastrándome en tu fe
mar adentro
hundiéndome en el sentimiento retomado
en un abrazo donde todo es mejor.

Al fin llegaste
en una espera sin saber que allí estabas,
agazapada en algún rincón de algún tiempo
donde ya andábamos juntos el mismo camino.

Llegaste cuando no te esperaba
por no recordar,
llegaste y se quien eres,
eres quien soñé,
eres la de siempre,
reconocí en tu mirada el hogar olvidado
devolviendo la eternidad perdida en un instante
donde tu suspiro contenido libero al mío.

Volvemos a caminar juntos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario