estéril, pesada como el plomo,
donde caen las estrellas
salpicando en los charcos de calles mojadas
por lagrimas de los que destilaron tristeza.
En este lapsus temporal
donde yazgo rendido tras masturbar
mis silencios refugiados en mi mente inquieta,
aferrándome a la nostalgia
de aquellas noches, donde bailamos en la orilla de un mar envidioso de nuestra complicidad,
calmando nuestra sed con nuestros fluidos.
Ese recuerdo de tu abrazo cosido a mi espalda,
ese beso largo y húmedo, tu mirada clavada en mi mirada,
descubriendo los entresijos de mi alma…
Ese recuerdo es el que me mata,
en esta noche tan larga, desbordada de añoranza
y ausente de tu carne,
donde el negro de la noche me adsorbe
y estas ausente para poder salvarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario