Enredado con el hilo
que me cose a tu espalda
con el vértigo de caer al vacío.
Araño un trozo de luz que siento
y no veo, que calienta
como llegada de estío.
Donde el oscuro aliento del frío
socava los pasos de duras dudas,
incrusto pisadas firmes y puras
y esquivo la roca del desvarío.
En el viento atrona la tormenta
mientras cobijo mi alma
socava los pasos de duras dudas,
incrusto pisadas firmes y puras
y esquivo la roca del desvarío.
En el viento atrona la tormenta
mientras cobijo mi alma
de la furia desatada.
Mientras mis pasos resuenan
entre leves coros de hojas secas
en el sendero de mi alborada
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